El programa de tutorías es creado en México por la ANUIES[1] como parte del desarrollo
integral de los alumnos por lo que un
grupo interinstitucional integrado por
académicos de ocho instituciones públicas nacionales de educación universitaria
que obtienen como resultado de su
trabajo por como resultado surge una propuesta para la
organización e implantación de
programas de atención personalizada a los estudiantes de las Instituciones de
Educación Media Superior y Superior (IEMS) (IES).
Por consiguiente, el nuevo Modelo Educativo del Instituto
Politécnico Nacional responde a la
demanda de programas formativos flexibles con transformación de espacios de
aprendizaje, nuevas metodologías de enseñanza, que permitan al docente guiar al estudiante en
su proceso enseñanza-aprendizaje en a la
adquisición y fortalecimiento de las competencias que le permitirán su
inserción a nivel superior como posteriormente al campo laboral, asimismo, sean
significativas para su desarrollo personal.
Ante
ello, en el año 2012 el
Instituto Politécnico Nacional crea la
Coordinación Institucional de Tutoría Politécnica como respuesta a la demanda
del modelo educativo donde establece la
atención individualizada al educando de manera permanente, mediante tutorías o bien
asesorías integradas a los proceso educativo, donde se vislumbra la necesidad de acompañamiento en las
actividades escolares a los estudiantes, por lo que se requiere la aparición de
un nuevo elemento identificado como Tutor, que será capaz de desempeñar su
acción como tal, la que tendrá que combinar con el ejercicio de su quehacer
docente.
Por lo tanto, se
tiene que desarrollar en los alumnos sus capacidades y habilidades así
como los contenidos del programa de
estudios los que constituyen una amplia referencia que va desde el conocimiento de hechos científicos y culturales hasta la práctica de procedimientos, desarrollo de actitudes, adquisición de valores e integración de reglas y limites para lograr una
convivencia armónica con las demás personas, por lo que el docente
que
construye su actividad centrada en el
aprendizaje, debe convertirse en
docente-tutor y de esta manera la tutoría será la forma de articular los
contenidos formativos e integrarlos en el currículum.
Seguir al pie de la letra el desarrollo integral y sobre todo personalizado de cada uno de los educando como
lo requiere el programa de tutorías implica una respuesta educativa atenta a la
diversidad presente en todo grupo tutorado, por lo que será necesario profundizar en las capacidades y competencias reales
de cada alumno para el trabajo individualizado o en grupo
con jóvenes, así como en el auto-concepto en el que se
tenga, en el concepto que tenga a los demás, en sus actitudes, etcétera, y corresponde a los centros educativos del
IPN la coordinación de estas actividades, donde cada grupo de
alumnos contará con un profesor- tutor.
Por consiguiente, el docente-tutor tiene como
propósito
el acompañamiento tipo personal y académico a los alumnos durante su proceso enseñanza-aprendizaje escolar
lo que permitirá fortalecer; tanto el aprendizaje como el desarrollo y
fortalecimiento de valores, actitudes, hábitos de estudio, habilidades, entre
otros elementos, para aumentar el
aprovechamiento escolar, y así evitar el rezago académico y la deserción
escolar.
El
profesor tutor del CECyT “Cuauhtémoc” en el acompañamiento con el
alumno-tutorado desarrolla y fortalece
no solo el conocimiento científico desde la condición del alumnado, además
requiere aprender a implementar estrategias para el acompañamiento académico y
personal, para lograrlo tiene que conjuntar
acciones que permitan un desempeño eficiente en su labor tutorial, por lo que
debe cumplir con un perfil del tutor[2],
enmarcadas en características que pueden mejorarse en los profesores que se
desempeñarán como tutores, mediante las actividades de formación y
actualización docente, a continuación se enlistan:
Actitudes para realizar la tutoría
·
Actitud favorable hacia
la Institución, la profesión y la formación integral de
los estudiantes.
·
Disposición
para participar en reuniones de tutores de su propio centro académico,
intercambios interinstitucionales
Conocimientos básicos acerca de la
institución para realizar la tutoría
·
Conocer
procesos
administrativos de la institución
para orientar oportunamente a los estudiantes en diversos aspectos
(exámenes ordinarios, extraordinarios, asistencia, segundo idioma, servicio social, egreso, incorporación al nivel superior y/o en
la búsqueda de empleo, entre otros.).
Conocimientos básicos acerca
de temáticas específicas para realizar la tutoria
Conocimiento
del adolescente
·
Conocimiento
de los fundamentos del aprendizaje.
·
Conocimiento
sobre las características y aspectos básicos para orientar en hábitos de
estudio más eficientes.
Habilidades básicas para realizar la
tutoría.
·
Capacidad
para usar la técnica de discusión
·
Capacidad
para observar, analizar e interpretar diversos datos (cuantitativos y cualitativos) acerca de los estudiantes
·
Capacidad
para sistematizar información, para manejar expedientes, elaborar reportes escritos de
actividades y resultados y planes de trabajo
·
Capacidad
para difundir, usar y tomar decisiones a partir de los resultados
derivados de las tutorías
·
Capacidad
para detectar, resolver y/o canalizar alumnos con problemas potenciales reales a las acciones tutoriales.
En el ejercicio de las
tutorías el docente-tutor CECyT “Cuauhtémoc” así como de otros centros de
estudios, enfrenta alteridades, es decir, retos y conflictos en las tutorías, entre los que
se distinguen: el sexo y género, alumnos discapacitados, donde generalmente las
clases no están diseñadas ni adecuadas a sus necesidades, por consiguiente no pueden
trabajar al mismo ritmo que el resto del grupo, donde se requiere de un trabajo
extra y atención personalizada.
No obstante la importancia de trabajar mediante
tutorías en estos casos, estos estudiantes encuentran dificultades en su
proceso enseñanza-aprendizaje, ya que en ocasiones los docentes no tienen la sensibilidad ni los conocimientos suficientes
que permitan al tutor o tutora trabajar con ellos empleando materiales y técnicas adecuadas.
De aquí se
desprende la importancia y trascendencia de contar con la infraestructura
necesaria y suficiente que permita tanto al profesor-tutor como al tutorado
llevar a buen término el acompañamiento durante su estancia en el plantel.
Por lo que es
primordial que los docentes-tutores cuenten con tiempo –horas clase- dedicado
exclusivamente a la atención personalizada de cada tutorado, instalaciones
adecuadas y acondicionadas para el seguimiento
de cada tutorado, de la tecnología para
el uso de la TIC durante las sesiones con el o los tutorados, entre otras. Ya quien tutora debe tener el tiempo para observar el proceso gradual del
tutorado, para trabajar al ritmo necesario, para escuchar, para orientar, para
dar seguimiento a la trayectoria personal y escolar.
Por
lo que la institución y el docente deben crear lazos firmes y fuertes para que
generar acuerdos donde los resultados sean satisfactorios para todos los
involucrados en el sistema tutorial y no
solo sean producto de una simulación mutua, en donde los elementos en juego son
la educación y el acompañamiento de los
alumnos –tutorías-, y el detrimento de la calidad educativa.
Ante
ello, el profesor-tutor debe reunir una serie de competencias tutoriales
genéricas, correspondientes a valores y actitudes:
·
Manejo
adecuado de la inteligencia emocional: Autoconocimiento, reconocimiento de las
propias emociones y sus efectos, autoevaluación, conocimiento de sus
debilidades y fortalezas.
·
Habilidad
para la comunicación
·
Creatividad
para despertar el interés del tutorado
·
Capacidad
para la planeación y el seguimiento del alumno tutorado
·
Actitudes
empáticas con los tutorados
·
Capacidad
para aplicar dinámicas de tutoría individual y grupal
· Habilidad
para implementar estrategias conducentes para de desarrollo de la autonomía y
la autogestión de los tutorados
· Sensibilidad
para detectar, orientar y canalizar problemas académicos, psicológicos, de
salud, sociales, familiares y económicos del tutorado
·
Apertura
para modificar sistema de creencias
Se
puede decir que el Programa Institucional de Tutorías de igual forma presenta
ventajas que pueden movilizar los
recurso de los alumnos consistentes en más ejercicios prácticos, más crítica y
cuestionamiento, ayuda individualizada, proveen más oportunidades educativas
variadas significativas con la propia experiencia, favorecen una mayor
motivación, el desarrollo de habilidades (comprensión, análisis, clasificación,
síntesis, argumentación, evaluación, experimentación, organización) y también
de estrategias de aprendizaje, permiten más retroalimentación y reconocimiento,
y favorecen al alumnado tutorado apropiarse de su propio proceso de aprendizaje
que le permita autor regularlo y hacerse corresponsables de su desempeño
escolar.
Finalmente,
el sistema de tutorías sólo podrá funcionar en la medida de que se coadyuven
esfuerzos en común tanto para el profesor-tutor como para el tutorado y trabajen
en ese sentido de responsabilidad: el alumno en la medida de responder a sus
propios deseos de superación, el maestro con su esfuerzo docente para
desarrollar valores, actitudes y habilidades en los estudiantes tutorados; las
administraciones del instituto para el
impulso de normatividades que provoquen un cambio en las estructuras académico-administrativas.
[1]
ANUIES
2000. 2002: Programas institucionales de tutoría. Una propuesta de la ANUIES
para su organización y funcionamiento en las instituciones de educación
superior. Col. Biblioteca de la educación superior, serie investigaciones.
Editorial ANUIES. México.
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